Hay quienes lo rechazan porque lo encuentran muy insípido comparado con otros alimentos como la carne roja y la de las aves.
Si eres de las personas que disfrutas el pescado con sabor más fuerte, opta por los pescados azules como el bacalao, salmón, anchoa y sardina, principalmente. Poseen un olor y sabor mucho más pronunciado que el blanco, pero con un rico sabor a mar.
Es conveniente guardar el pescado limpio y eviscerado en un recipiente hermético en el refrigerador para evitar así que transmita su olor al resto de alimentos, si no lo vas a congelar y consumir durante la comida más próxima.