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Rebosante de Origen

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Rebosante de Origen

Esta casa de adobe y techo de tierra bien podría ser el testigo mudo de generaciones de moradores y paseantes desde hace, por lo menos, un siglo. Esta ilusión se va desvaneciendo, primero, cuando observamos que las casonas viejas y bien conservadas de esta zona no comparten características con esta espléndida casita.

La puerta principal de madera maciza con nudos de acero, y una antigüedad estimada en tres siglos, fue rescatada de una hacienda poblana.

La ilusión se ve de plano eliminada cuando, por boca de los dueños, nos enteramos que la construcción cuenta con poco más de veinte años de existencia. Con apenas 124m2, esta vernácula obra del arquitecto Fernando Clamont es un homenaje a la historia y al buen gusto. Incapaces de mostrar indiferencia ante el halo mágico de los objetos que este espacio atesora, quien lo visita por primera vez debe disponer de suficiente tiempo para recorrerlo.

Casa de adobe
El adobe es uno de los materiales de construcción más tradicionales no sólo en nuestra región o país, sino que constituye un patrimonio milenario común a muchos pueblos distantes y sin conexión alguna entre ellos.

Ficha técnica

Ubicación Hermosillo, Sonora
Construcción 124 m2
Arquitecto Fernando Clamont
Textos Claudia Cecilia Quijada
Fotos Ricardo Ferraris y Claudia Cecilia Quijada

Casa de adobe
Difícilmente podríamos sostener que México es un país homogéneo en ningún sentido. Fiel a lo anterior, esta casa admite lo mismo ser catalogada como ecléctica que como mexicana. Un Pedro Friedeberg convive en armonía con esta Virgen y el niño, ejemplar auténtico del periodo barroco mexicano. Obras de otros artistas mexicanos como Benito, Efraín Meléndrez, Paco de la Peña y Rosa María Robles enriquecen el conjunto.
Rebosante de origen
Casa de adobe
La loseta de cerámica rojiza que viste el piso fue traída de Puebla. Los techos de tierra, propios de la arquitectura tradicional de la región, poseen una cualidad térmica inmejorable. Una capa de tierra se echa a un hule extendido sobre carrizos, a su vez sostenidos por gruesas vigas de madera. Sobre la capa de tierra se colocan losetas para después terminar con impermeabilizante.
Sobre la mesa del comedor en herrería y mármol provista por Desert rust, reposan un camino de mesa en color fucsia y una esfera de cristal que exhibe frescas flores de bugambilia en este vibrante tono.
Rebosante de origen
Un guayabo y un maguey alegran la vista desde un patio interior que se abre al comedor y a la estancia.
Rebosante de origen
Con dos puertas de madera y resguardada por finos barrotes verticales, esta ventana emula a la perfección una antigua. La cabecera de la cama está conformada por una tela rematada por borlas que pende de una viga, así como por un tono distinto en el muro. El cubrecama es una manta de fibra de lana en colores encendidos bordada a mano.
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Linda la imagen del patio interior que este sillón-ventana enmarca. Una atinada iluminación aunada a la rica textura del adobe inundan a esta estancia de un ambiente mágico.

 

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