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La composta: Abono natural hecho en casa

La composta: Abono natural hecho en casa

La composta: Abono natural hecho en casa

Casa verde aborda un tema muy importante para la administración integral de nuestro hogar: cómo reducir desechos, aprovechándolos para la elaboración de abono orgánico o composta que alimente nuestro jardín. Una de las personas más enteradas sobre este asunto en nuestra comunidad es Gabriela Escamilla.

¿Qué necesitas para “compostear”?

  1. Lo primero es conseguir un recipiente de regular tamaño (uno de 1m3, por ejemplo) que tenga orificios a los lados, de manera que el contenido pueda oxigenarse. La tapa es importante para prevenir malos olores, que animales tengan acceso a los desechos depositados y que se inunde de agua cuando llueva.

En el mercado hay composteros de muy distintas formas y capacidades, aunque recipientes improvisados para este propósito pueden ser igualmente efectivos:  una caja de madera provista de espacios entre tabla y tabla (tipo “jaba”), así como recipientes plásticos a los que hagamos orificios para que el contenido “respire”.

2. Una vez conseguido el recipiente, verteremos en él una capa de tierra, arena o aserrín de regular grosor (por ejemplo, para un recipiente de 1m3, esta primera capa podría ser de alrededor de 2 pulgadas). Esta capa de tierra o aserrín absorberá el exceso de líquido que desprendan los desperdicios que depositemos en el compostero.

3. Lo que sigue es rellenar el recipiente con los desechos orgánicos que obtengamos de nuestra casa: cáscaras y sobras de cualquier tipo de fruta y verdura, hojas caídas de árboles, el césped obtenido al podar el jardín, bagazo de café, cáscaras de huevo trituradas, servilletas de papel sin color ni impresiones.

Deberemos evitar desechos de carne, escamas y restos óseos. Añadidos los desechos, lo que sigue es revolver nuestra composta una vez por semana, con lo que daremos oxígeno a todo el contenido.

Aunque es necesario mantener nuestra composta húmeda, en veces notaremos que ésta tiene exceso de líquido, tal vez por estar poniendo muchos desperdicios con alto contenido de agua (cáscaras o sobras de cítricos, pepino, melón, sandía).

Lo que deberemos hacer cuando esto suceda es compensar con una capa de hojas caídas de árboles o con el pasto que se obtiene después de una podada. Este último, además, provee Nitrógeno, elemento necesario en el proceso de compostear. Cuando el líquido en el compostero sea demasiado, podemos verter el líquido directamente sobre algún árbol o planta de nuestro jardín, sabiendo que lo que la planta recibe con ese jugo es un alto contenido nutrimental.

Para poder ver nuestro producto terminado pasarán algunos meses: entre tres y seis. Para permitir que la materia que hemos vertido en el compostero termine de descomponerse y dé paso a la obtención de la composta, es necesario dejar de acumular desechos en el compostero en un determinado punto (puede ser cuando éste esté cerca del límite o en el límite de su capacidad), sin olvidar revolver el contenido una vez por semana.

Cuándo está lista La composta es un elemento de aspecto parecido a la tierra, pero con alto contenido nutrimental para las plantas. Como abono natural, la composta se utiliza en pequeñas porciones en la tierra de la planta que se quiere alimentar. Cuando se utiliza para sembrar una planta, la composta deberá ser sólo algo que enriquezca y no el elemento de base: la composta se mezcla en una proporción mayor de tierra regular.

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Otra forma de elaborar composta es prepararla directamente sobre la tierra. Para quienes tienen un claro de tierra en su jardín Gabriela nos comparte una ingeniosa técnica: la de “parcelar” o hacer pequeños cuadros imaginarios en la tierra. Comenzaremos haciendo una pequeña cavidad en el primer cuadro para ahí “sembrar” nuestros desechos orgánicos, los cuales cubriremos con la tierra obtenida de la pequeña excavación.

Al día siguiente haremos lo mismo en el parche de tierra contiguo y así sucesivamente. Cuando volvamos al primer cuadro de tierra, el desperdicio estará casi o completamente desintegrado y aprovechado por la tierra.

Hasta aquí lo más básico en elaboración de composta.

Como cualquier técnica, en ésta también se va ganando en conocimiento, al practicar y al documentarnos. ¡Suerte!

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