Obra construida en avenida de la Ilustración en Zaragoza, España, andador donde se pueden observar casas estilo clásico, excepto la Casa Moliner. Esta residencia fue construida en 2008 y su trabajo muestra la explotación de tecnologías constructivas elementales para producir espacios minimalistas generados por el contraste de los materiales.
Una caja con tres niveles
El diseño de esta propiedad se desarrolla dentro de una “caja” con tres niveles: el más alto para soñar, el del jardín para vivir y el más profundo para dormir. El esquema funcional de la vivienda se completa con dos patios ingleses que dan ventilación y asoleamiento a la planta del semisótano. En el sótano se encuentran los dormitorios, las estancias privadas, como en una cueva.
Ficha técnica:
Ubicación Zaragoza (provincia del municipio autónomo de Aragón, España)
Superficie 216 m2
Arquitecto Alberto Campo Baeza
Arquitectos colaboradores Ignacio Aguirre López Emilio Delgado
Fotografía Javier Callejas
Fuente Estudio Campo Baeza
Interiores limpios
En el interior, es un ambiente limpio, los materiales refuerzan un premeditado carácter de serenidad y confortabilidad. Soleado a base de hormigón pulido en el exterior de la planta baja y los patios ingleses, paramentos de yeso y techos falsos de escayola, componen los espacios característicos de esta vivienda.
La solución estructural es igual para todo el proyecto y se escogió a partir de las condiciones de durabilidad, economía y posibilidades de correcta ejecución por ser muy común en todo el territorio español.
Grandes ventanales ofrecen iluminación
Este diseño ofrece una buena iluminación gracias a sus grandes ventanas y el color blanco de las paredes que aumenta el brillo de los ambientes.
En verano la planta alta recibe el mínimo cantidad de sol durante el día. Sin embargo, la masa térmica es absorbida por los muros, y se compensa con la ventilación que ofrecen las ventanas y perforaciones.
Durante las noches se siente un gran frescor por el poco asoleamiento durante el día. Casa Moliner es el resultado de buena arquitectura, donde el diseño es increíble a la vista y altamente beneficioso y funcional al hablar de ecología.
En lo alto se diseñó una especie de “nube”, una biblioteca a doble altura, con un gran ventanal traslúcido y protegida del exterior con una gran valla blanca, haciéndola aún más privada. Con luz del norte para leer, escribir, pensar y sentir.
A esta planta de Casa Moliner se accede por una escalera de caracol; tiene la característica de estar herméticamente cerrada, a excepción de una pequeña ventana que garantiza la ventilación de la misma.
La estructura se materializa en pórticos, compuestos por pilares de hormigón de sección cuadrada, vigas planas de hormigón, y losas horizontales, intensificando las armaduras según los cálculos de estructura entorno de la escalera de caracol.