Frei Otto
Aunque estaba anunciado para el 23 de marzo, el Premio Pritzker de Arquitectura 2015 se entregó antes de tiempo al arquitecto e ingeniero alemán Frei Otto, fallecido el día anterior a la edad de 89 años, siendo así el primer arquitecto en recibir el galardón a título póstumo, aunque la decisión ya había sido tomada varios días antes por parte del jurado.
Fascinado por las formas naturales, desde burbujas de jabón hasta telarañas, era conocido por su enfoque colaborativo y gran alcance hacia la investigación y diseño, pues trabajó con filósofos, científicos e historiadores. Así, Frei Otto no es sólo arquitecto, sino también destacado investigador, inventor, ingeniero, constructor, urbanista, sociólogo, maestro, colaborador, ecologista, humanista y creador de espacios memorables.
Fue reclutado por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Como prisionero de guerra en Francia, trabajó como arquitecto en el campamento construyendo con materiales mínimos. Hijo y nieto de escultores y piloto de la Luftwaffe, después de la guerra regresó a estudiar arquitectura en la Universidad Técnica de Berlín, continuó con estudios de sociología, urbanismo e ingeniería, se doctoró con una tesis sobre cubiertas suspendidas y sus primeros proyectos fueron cubiertas tensadas.
Adelantado a su época, Frei Otto fue precursor de la prefabricación, el bajo coste y la sostenibilidad.
Las obras de Otto incluyen una gran variedad de estructuras e instalaciones ampliando las posibilidades arquitectónicas con estructuras de red de cable, toldos y celosías. Es conocido por la construcción e investigación técnica de estructuras de membranas inspiradas en la geometría y formas de la naturaleza, entre las que destacan el Pabellón Alemán de la Exposición Universal de Montreal en 1967, símbolo de la recuperación alemana, o la cubierta del estadio para los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972, que se considera un icono ejemplar que resume su ideología: mínimos materiales, las formas orgánicas de la naturaleza, lo temporal convertido en permanente y la sostenibilidad para acercarse a la gente.
Cubierta del estadio para los Juegos olímpicos de 1972 en Múnich, Alemania
Entre otros de sus mejores trabajos figuran el aviario del Zoo en Múnich, la cubierta para el Mannheim Multihalle y la Iglesia de San Lucas en Bremen. En Arabia Saudí erigió el Centro de Conferencias en La Meca, el Hotel Intercontinental de La Meca y el gimnasio de la Universidad de Riad de 1980.
Pabellón de Japón para la expo 2000 en Hannover, colaboración con Shigeru Ban (Premio Pritzker 2014).
