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El arte de alimentar

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El arte de alimentar

El marketing es tan poderoso y a veces, engañoso, que encuentra la manera de vendernos como las mejores, cosas que no son tan buenas. Hablando de alimentación, y la industria alimenticia en general, el marketing juega un papel clave dentro de las ventas de franquicias y productos populares y, siendo que está en boga la tendencia saludable, es ya muy usual ver etiquetas, empaques y anuncios que nos indican que algo es “orgánico”, “100% natural”, “gluten free” y, últimamente, el término que está cobrando fuerza que es el “artesanal”. El lado bueno de esta tendencia es que refleja claramente que como sociedad estamos buscando mejores opciones. Lo no tan bueno, es que el marketing se aprovecha de nuestras necesidades y nos confunde.

¿Crees qué un platillo que venda una franquicia alimenticia es verdaderamente artesanal? ¡Por supuesto qué no!, porque aquello que está industrializado y fabricado en masa jamás podrá ser artesanal, así que huye de inmediato si ves que esa bolsa de papas, esa caja de galletas o esa pizza que llega a tu casa en 30 minutos clama ser artesanal.

Toda esa oleada de la onda food truck, la cocina urbana auténtica, los restaurantes que utilizan ingredientes frescos, de estación, que cambian de menú cada cierto tiempo, las antojerías, así como los panes, las cervezas, los vinos de casas pequeñas, quesos regionales, dulces tradicionales, postres rústicos, todos estos elementos hacen referencia a una verdadera tendencia artesanal, en donde se pueden mezclar rastros de una tradición con innovación, en donde se puede apreciar el cuidado que se tuvo en la creación, en donde el gusto identifica que lo que se está degustando fue hecho con pasión, con visión, con ganas de encantar al paladar y no solamente por vender. Es por eso que debemos saber la diferencia entre artesanal e industrial, porque vale la pena optar por lo artesanal para apoyar a las personas con propuestas reales y dejar de confiar en industrias que se hacen pasar por algo que no son. Así que recuerda que para identificar si algo es verdaderamente artesanal, es que fue hecho por alguien, con sus manos, y con sus ganas de ofrecer un producto de calidad, así como una experiencia y hasta un poco de historia.

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