Una salsa de ostras auténtica debe contener concentrado de ostras reales; esto se consigue cociendo las ostras en agua hasta que el agua adquiere la textura adecuada. Hoy en día las salsas de ostras son soluciones diluidas que contienen partes de almidón, preservantes químicos y caramelo, con una pequeña cantidad de extracto de ostras.
La salsa de ostras tiene también grandes cantidades de glutamato monosódico aunque en los últimos años se encuentran variedades sin MSG. La salsa de ostras es capaz de armonizar el sabor de los platos cuando éstos tienen diferentes ingredientes y sabores.
La famosa salsa de ostión, es una salsa viscosa de color marrón oscuro muy empleada en la cocina China, Japonesa y en la cocina Filipina.
La salsa se prepara con las ostras en salazón; se trata de un sabor ‘umami’ que organiza los potenciadores de sabor tales como los MSG (glutamato monosódico, por sus siglas en inglés; un aminoácido presente en las proteínas).
Entre los platillos que normalmente utilizan salsa de ostión se encuentran los rollos de sushis.
Origen de la Salsa de Ostión
La salsa de ostión fue inventada en 1888 por Lee Kam Sheung, en la villa de Nam Shui, en la provincia de Guangdong, China. Su compañía Lee Kum Kee, continúa produciendo la salsa de ostras, y se aplica a una gran variedad de platos en la gastronomía de toda Asia.
Y ¿tú qué platillos preparas con salsa de ostión?