



Arquitectura Moderna Personalizada | Proyecto de Lori Carroll
Arquitectura Moderna Personalizada | Proyecto de Lori Carroll
Arquitectura Moderna Personalizada | Proyecto de Lori Carroll
Arquitectura Moderna Personalizada | Proyecto de Lori Carroll
Arquitectura Moderna Personalizada | Proyecto de Lori Carroll
Arquitectura Moderna Personalizada | Proyecto de Lori Carroll
Arquitectura Moderna Personalizada | Proyecto de Lori Carroll
Arquitectura Moderna Personalizada | Proyecto de Lori Carroll
Arquitectura Moderna Personalizada | Proyecto de Lori Carroll
Imagina un hogar que no solo impresiona visualmente, sino que también envuelve con su calidez y elegancia. Así comienza esta historia: una clienta decidida a crear su santuario personal, un espacio moderno que reflejara su fuerza, su gusto sofisticado y su deseo de empezar una nueva etapa con el pie derecho. El despacho liderado por Lori Carroll, con la colaboración de Becky Eppihimer y la mirada artística del fotógrafo Jon Mancuso, dio vida a este sueño. Se trata de una vivienda de 371 metros cuadrados de arquitectura moderna personalizada que va más allá de la estética: es un espacio cuidadosamente pensado para inspirar, calmar y acompañar cada día de esta nueva etapa de vida.

El contexto emocional detrás del diseño
No se trata solo de ladrillos, vidrio y concreto. Detrás de esta obra hay un relato de transformación personal. La clienta, en un momento de cambio, buscaba más que una casa: quería un santuario. Un lugar que reflejara su carácter, su fuerza y su sofisticación, pero también su necesidad de paz y renovación.

Ese fue el punto de partida para crear una obra que mezcla lo moderno con lo emocional, lo preciso con lo cálido.
Arquitectura moderna personalizada: más que una tendencia
Hoy más que nunca, el diseño moderno personalizado responde a una necesidad real: crear espacios únicos, adaptados al estilo de vida de quien los habita. Este proyecto se convierte en ejemplo perfecto de cómo la arquitectura puede ser profundamente personal sin sacrificar estética, ni funcionalidad.

Aquí, cada decisión —desde los materiales hasta la iluminación— está pensada para el bienestar emocional.
La importancia del equilibrio entre simplicidad y funcionalidad
Diseñar una casa con un enfoque minimalista es todo un arte. ¿Cómo lograr que un espacio limpio no se sienta frío? ¿Cómo garantizar que lo funcional no opaque lo estético?

En este hogar, la solución fue integrar almacenaje oculto, mobiliario de doble función y circulación fluida. Todo está cuidadosamente planeado para que nada sobre, pero tampoco falte.
Desafío 1: El minimalismo práctico
La clienta quería un diseño minimalista. Pero no basta con poner muebles blancos y quitar adornos. Aquí el reto era ofrecer belleza serena sin sacrificar comodidad.
¿Cómo lo resolvieron? Con muebles a medida, almacenamiento inteligente y materiales que aportan textura visual aunque el entorno sea neutro. Nada de lo que ves es improvisado: todo cumple una función.
Desafío 2: Logística y pandemia
El proyecto comenzó en pleno 2020, justo cuando el mundo se detuvo. Los retrasos en la cadena de suministro pusieron en jaque el cronograma.
¿La solución? Sourcing estratégico, comunicación constante con proveedores y mucha adaptabilidad. A veces, cambiar una pieza significaba rediseñar todo un espacio. Y lo hicieron con maestría.
Desafío 3: El factor humano y los tiempos de obra
Encontrar mano de obra calificada fue complicado. Pero el equipo no se rindió. Buscaron alianzas locales, coordinaron horarios al milímetro y se aseguraron de mantener la calidad sin comprometer los plazos.
El resultado habla por sí solo: un proyecto terminado a tiempo y con una ejecución impecable.

Un diseño que fluye con naturalidad
La casa tiene algo que no se puede fingir: coherencia. Todo fluye. Desde la cocina hasta el baño, hay un hilo conductor que une materiales, colores y formas.
Esto se logra repitiendo ciertos acabados, pero variando sus aplicaciones. Por ejemplo, la piedra natural aparece tanto en la entrada como en la cocina, pero con cortes y usos distintos. Así se mantiene la armonía sin caer en lo monótono.
Colores neutros con personalidad
El blanco y el negro dominan, sí. Pero lejos de ser fríos o impersonales, aquí se convierten en el lienzo perfecto para destacar lo realmente importante: texturas, formas, iluminación.
Los toques en tonos tierra y grises cálidos ayudan a suavizar el ambiente, aportando una atmósfera acogedora, incluso sensual.
Texturas que enriquecen sin saturar
Una de las grandes virtudes de este proyecto es su juego de texturas. Desde la suavidad del yeso pulido hasta la rusticidad controlada de la piedra, todo suma.
Nada compite entre sí. Cada textura tiene su momento y su lugar. El resultado: un espacio rico visualmente, pero que transmite calma.
Iluminación como pieza protagónica
¿Sabías que una lámpara puede ser arte puro? En esta casa, la iluminación no está solo para ver… está para emocionar.

La estrella del show: un candelabro de 12 colgantes de vidrio artesanal en la cocina, diseñado por Hammerton. Es funcional, claro, pero también escultórico. Y está acompañado de luminarias estratégicamente ubicadas que resaltan paredes, texturas y detalles.
Detalles artesanales que hacen la diferencia
Nada fue comprado “por catálogo”. Desde las manijas de los gabinetes hasta los recubrimientos de los baños, todo se eligió con lupa. Algunas piezas incluso fueron fabricadas exclusivamente para esta residencia.
Esa atención al detalle es lo que convierte un diseño bonito en uno memorable.
La cocina como corazón del hogar
Este espacio fue concebido no solo para cocinar, sino para convivir. Con una distribución abierta, isla central multifuncional y electrodomésticos de alta gama, la cocina es práctica… pero también es bella.

Los materiales —como la cerámica de Daltile— no solo lucen espectaculares, también son duraderos y fáciles de mantener. Lo mejor de dos mundos.
Fuegos interiores y exteriores: calor emocional
¿Quién dijo que una casa moderna no puede ser cálida? Aquí, las chimeneas y fogatas cumplen un rol esencial. No solo aportan temperatura, también emoción.
En la sala principal, una chimenea lineal divide ambientes sin cortar la conexión visual. Y afuera, una fogata rodeada de piedra crea el rincón perfecto para noches memorables bajo las estrellas.
Conclusión: Belleza que perdura y transforma
Este proyecto demuestra que el diseño moderno no tiene por qué ser frío ni impersonal. Con creatividad, sensibilidad y mucha atención al detalle, es posible crear un hogar contemporáneo que sea también un refugio emocional.
Más que una residencia, esta casa es una declaración de estilo… y de vida.
Proveedores Clave y Colaboradores
Daltile: Revestimientos protagonistas

Hammerton: Iluminación de autor

John Brooks: Mobiliario y acabados

Ficha técnica del proyecto
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Nombre del proyecto: Modern Masterpiece
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Diseño de interiores: Lori Carroll & Associates
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Colaboradora: Becky Eppihimer
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Fotografía: Jon Mancuso
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Tamaño estimado: 371 metros cuadrados
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Ubicación: Zona desértica, EE.UU.
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Proveedores destacados:
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Daltile (cerámica y acabados)
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Hammerton (iluminación decorativa)
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John Brooks (mobiliario y detalles artesanales)
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Desafíos superados:
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Equilibrio entre estética minimalista y funcionalidad
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Problemas logísticos derivados del COVID-19
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Escasez de mano de obra
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Objetivos principales del proyecto:
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Crear un hogar personalizado, elegante y emocional
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Diseñar con coherencia visual entre espacios
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Integrar iluminación y texturas como elementos clave
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