+16 Equilibrio que se habita
Esta casa Equilibrio que se habita se distingue por la acertada combinación de elementos clásicos y modernos, teniendo como resultado un espacio acogedor que refleja tranquilidad y serenidad. Cecilia Donnadieu fue la interiorista de esta casa, la residencia de una pareja joven localizada en Ciudad Obregón.
La activa participación de la propietaria fue muy importante para lograr un verdadero toque personal al proyecto final. Acompáñanos en su recorrido.
La planta baja, compuesta por cocina, sala, comedor y bar, consta de grandes accesos que interconectan los espacios. En el comedor destaca una hermosa mesa y sillas de Taracea, con una divertida lámpara colgante de línea clásica con una pantalla de malla galvanizada. Tiene un gran ventanal con unas cortinas en lino blanco para permitir el paso de la luz. Al fondo se aprecia una obra de Delma Sáenz, dándole al salón un toque de color.
La sala es el centro de la casa.
Se colocó un sofá clásico dando la espalda al vestíbulo, tapizado en lino azul y cojines orientales en ricos bordados. Al centro de la sala, dos pequeñas bases cromadas y una cubierta de cristal forman una gran mesa. De fondo, una hermosa cómoda oriental en color turquesa con acabado avejentado.
Un sillón alto en yute, y dos sillones en línea clásica con una tela estampada en amarillo, dan un agradable resultado juvenil y moderno. En el muro, sobre la cómoda, resalta un conjunto de grabados.
En esta casa se buscó combinar texturas, como en el caso del marco de este espejo, compuesto por cubos madera en altos y bajos relieves.
El color blanco está presente en la casa, con excepción del bar, recámara principal y baño de visitas, en los que se usó el azul marino para dar una sensación de profundidad, dándole así un toque atrevido.
El equilibrio es un elemento presente en todas las áreas de esta casa, al cual se acude por medio del contraste entre los tonos oscuros y claros de los muros, así como por el mobiliario de líneas clásicas y modernas.
En el comedor se define el contraste de la madera en acabado palográfico de la mesa con las sillas en obscuro y el asiento en piel clara de Taracea de la colección Serrucho. Desde esta área se integran visualmente bar, escalera y sala.
Para lograr una mejor distribución en esta área, se colocó el bar al fondo aprovechando el muro de contrabarra, sobre el cual se instalaron repisas de madera y cristal, y una pantalla de televisión al centro.
La barra es de madera con cubierta en granito claro para ofrecer contraste a los muros obscuros. Por medio de bellos grabados, el arte se hace presente en cada una de las áreas de la casa. Se eligió un pequeño modular en piel hueso, aprovechando el otomán para mesa de centro.
El modular y los bancos en piel calabaza de la barra son de Copenhagen, de Tucson, Arizona.
Los límites entre la sala y la cocina son provistos por esta puerta plegadiza de madera con ventanitas de cristal en lo alto, así como por estas divertidas letras en lámina galvanizada que nos anuncian el paso a este otro espacio.
La cocina fue hecha a la medida, con gabinetes y vistas de corte tradicional en madera de caoba, y una pequeña isla en herrería con cubierta de mármol. Coronando la isla encontramos una decorativa y práctica lámpara en acero inoxidable, de donde se cuelgan algunos utensilios.
La puerta plegadiza que separa este espacio de la sala muestra, del lado de la cocina, una superficie con un acabado pizarrón, el cual la hace útil a la vez que divertida. Electrodomésticos en acero inoxidable.
La decoración clásica y contemporánea la volvemos a apreciar en la recámara principal.
Recámara en madera de salam, de la colección Quart de Taracea. La ropa de cama clara sobre un muro obscuro, da a la habitación un ambiente tenue e íntimo.
Un sillón en piel color calabaza, tapete turco y un perchero sobre muro blanco, ofrecen la contraparte ligera a la profundidad provista por el muro azul marino. Asimismo, la diversidad de texturas se hace presente en materiales como piel, madera y textiles.
Una de las habitaciones se adaptó para ser el estudio de la propietaria, el cual cuenta con una gran ventana sin cortinas que permite el libre paso de la luz y una hermosa vista al jardín.
La pauta a seguir para la ambientación de este espacio fue marcada por una mesa y un candil antiguos, acompañados por un secretaire en blanco, un taburete moderno en piel negra con patas cromadas, y tres sillones tapizados en terciopelo morado. A un lado de la ventana destaca una original Madonna en vivos colores. Como resultado, obtenemos un espacio alegre y propicio para la inspiración.
Vestibulo
En el vestíbulo, nos recibe un políptico de la Virgen formando una cruz, obra de la serie Anhelos de la artista Ana Celia Ferraris, la cual se adquirió en la exhibición de beneficencia para el mantenimiento del antiguo templo de la Misión en Caborca, Sonora.
Ficha tecnica
Interiorismo: Cecilia Donnadieu
Fotografias: Ricardo Ferraris C
Acerca de la interiorista Cecilia Donnadieu
(662) 210-7459
Con más de dos décadas dedicada al interiorismo, Cecilia Donnadieu es un referente regional en la materia.
Los espacios en los que Cecilia interviene ofrecen una gran versatilidad, sin embargo podemos aventurar que su trabajo es esencialmente clásico con “respiros” de modernidad y juventud.
Los espacios embellecidos por Cecilia delatan su especial inclinación por los elementos naturales, como piedras, maderas y textiles ricos en textura. Asimismo, se percibe un gusto por las bases claras, a las que sobrepone contraste con obras de arte o mediante el empleo de distintos materiales.
Además de la experiencia, la clave de trabajo de esta interiorista se centra en la atención que presta a los gustos, estilo de vida y necesidades del cliente, de manera que los espacios sean una proyección de su personalidad
