Templo histórico de Caborca, Sonora. Nuestra Señora de la Purísima Concepción de Caborca
Tres años después de su bicentenario, la misión histórica de Caborca se yergue orgullosamente, totalmente restaurada, al final de la Calzada 6 de Abril, como sÍmbolo de la identidad caborquense y recordatorio de los días cuando Sonora era parte del Imperio Español. Es una de las más importantes Iglesias que quedan en la región asociada con el Padre Kino, y uno de los más elegantes ejemplos de arquitectura colonial de la Pimeria Alta.
TEXTOS Gloria Elena Santini de Vanegas
FOTOS Myriam Trelles
Templo histórico de Caborca, Sonora
Poco tiempo después de su llegada a esta región llamada La Pimeria Alta, el misionero jesuita italiano Eusebio Francisco Kino comenzó su programa de misión en la Ranchería de Caborca, dedicándola a la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
Con la expulsión de los Jesuitas de todo México en 1767, los Padres Franciscanos se hicieron cargo de las misiones. El Padre Juan Díaz fue el primer franciscano asignado a la misión de Caborca.
En 1797, los Franciscanos iniciaron la construcción de la actual Iglesia, ubicándola a un kilómetro al este del sitio de la misión de Kino. Los arquitectos fueron los hermanos Gaona, quienes también fueron los responsables del diseño de la Misión de San Xavier del Bac, en Tucson, Arizona. En Mayo 8 de 1809, fue celebrada la Misa de Dedicación por el Padre Francisco Javier Vázquez, dedicando la Iglesia a la devoción original de Kino, Nuestra Señora de La Inmaculada Concepción del Caborca.
La historia de la Iglesia refleja la historia de Caborca. Todavía se pueden apreciar en la fachada principal de la Misión, los agujeros de bala de la batalla del 6 de Abril de 1857, cuando los caborquenses vencieron a la expedición filibustera encabezada por Henry Crabb. Con gran valor, la gente de Caborca defendió su pueblo, su iglesia y la soberanía nacional, ganando para Caborca el titulo de “Heroica” que hasta la fecha lleva en su nombre.
Las inundaciones del Río Asunción, que corre a sus espaldas, los abusos durante los tiempos de persecución religiosa, y periodos de negligencia y abandono no la han destruido ni han disminuido el espíritu de este templo misional. Fue declarado Monumento Nacional en 1987 y regresado al culto religioso en 1997. Actualmente, el templo desempeña la función para la que fue originalmente creado, y luce tan hermoso como el primer día, después de la reciente restauración emprendida por el consejo “Adopte una Obra de Arte” de Caborca.
La restauración del Templo histórico de Caborca, Sonora
Reconociendo su importancia como parte de nuestra herencia cultural, el consejo regional Caborca, del programa nacional Adopte una Obra de Arte, integrado por un grupo de ciudadanos caborquenses, restauró en su totalidad la iglesia justo a tiempo para la celebración de su bicentenario en mayo del 2009.
Esto se logró con trabajos altamente especializados, enfocados en los aplanados, pisos, techos y cubiertas; trabajos de madera, herrería, encalado y enlucidos de muros, e iluminación interior y exterior; incluyendo hermoso jardines aledaños poblados con flora regional.
Una de las etapas de este proceso que tuvo un lugar preponderante, fue la recuperación y restauración de la pintura mural, que contempla los decorados florales en arcos y columnas, los enmarcados en ventanas y nichos, la pictografía sobre las bellísimas pilas de agua bendita, las pechinas y el tambor de la cúpula, el cordón franciscano en las paredes laterales de la nave principal, las figuras realzadas en las bóvedas, y la magnífica recuperación y restauración del mural de La Pasión en el altar norte.
El proyecto fue elaborado en la Ciudad de México por el arquitecto restaurador Carlos Salomón Madrigal, ejecutado en sitio por el Arquitecto Rogelio Cornejo Peralta, y el maestro albañil Genaro Moreno Sepúlveda quien hasta la fecha se desempeña como conserje y cuidador del Templo. El Ingeniero Miguel Zamora de Cuernavaca, Morelos diseñó la iluminación, incluyendo la del jardín, y el paisajista Roberto Obregón Ortiz fue el responsable de la jardinería.
Este proyecto integral resultó ganador del primer lugar en el área de restauración, y medalla de plata en la Bienal de Arquitectura Mexicana, edición 2010, llevada a cabo en Aguascalientes, Ags. El resultado de este apasionante trabajo, se dio gracias a la suma de esfuerzos de la sociedad civil, del gobierno del estado de Sonora, de entidades federales como CONACULTA, la Secretaría de Turismo, el programa FOREMOVA, el Congreso de la Unión; además de la estrecha relación y normatividad del Instituto Nacional de Antropología e Historia y el apoyo del Programa Nacional Adopte una Obra de Arte. El costo total resultó ser de casi 10 millones de pesos.
El cierre de un ciclo en la restauración de un monumento patrimonial, como todos sabemos, no es cosa de todos los días. Entraña muchos aspectos como la planeación, la obtención de recursos, superación de múltiples obstáculos, aprendizaje y, como conclusión, la gran satisfacción de haber contribuido a la conservación de nuestro patrimonio histórico, artístico, y cultural.