La Casa del Mes
Aquí se muestran las mejores casas de Sonora y del resto del país. La Casa del mes se destaca por su tamaño, propuesta decorativa y/o valor arquitectónico.

Una residencia que con el paso de los años se fue adaptando a las necesidades cambiantes de una familia que fue creciendo, dio como resultado un maravilloso escaparate para esos días de vacaciones con vista a los atardeceres más bellos del mundo. San Carlos, Sonora se convirtió en testigo del proyecto que sus dueños llaman hogar cada vez que visitan este espectacular destino.
Una gran terraza con distintos espacios de convivencia que se une al interior mediante sus grandes ventanales, facilita las actividades entre la familia y hace la convivencia más amena. Un muro de granito natural Santiago flameado con betas claras impone en esta terraza, pues luce como un gran cuadro contrastando los tonos que rinden tributo a la playa donde se ubica esta residencia.

El presente no se entiende sin el pasado. Esta valoración fue el punto de partida para un ejercicio arquitectónico cuya misión fue rescatar el concepto original de “planta libre” de una casa funcionalista de los años 60´s ubicada al sur de la Ciudad de México, impregnándole un diseño clásico y contemporáneo.
Respetando la esencia de la casa, se pensó en un neoeclecticismo que combina piezas de diseño clásicas, como sofisticados sofás de Gio Ponti de Poltrona Frau, con piezas contemporáneas de diseñadores jóvenes con presencia mundial como lo son Gabriel & Scott, David Pompa y Lee Broom, así como del uso de tapetes diseñados y hechos a la medida por la artista venezolana Johanna Boccardo producidos por la casa especializada Odabashian. Para vestir los muros también se adquirió obra pictórica del artista Nelson Jalil, miembro de la conocida “nueva ola de pintura cubana”, presentada en la Bienal de Arte de la Habana en la edición de 2015. Las obras de arte pictóricas de este joven cubano fueron entonces el punto de partida para la composición arquitectónica, dotando de riqueza cromática al espacio interior así como al jardín pétreo, característico del fraccionamiento.