¡Tu cocina ideal!
¿Tienes corazón de chef o cocinas sólo para sobrevivir? ¿Cuántas horas le dedicas al día a la cocina? Más que metros, necesitas planificación y orden para disfrutar cocinando durante horas sin cansarte.
La cocina soñada
Aprende a diseñar y organizar tu cocina según el tipo de cocinera que eres. Diseñar una cocina pequeña no significa que no pueda estar padrísima y práctica. Puedes situarla al centro de tu casa pero la idea es que ocupe poco espacio y a la vez, la disfrutes con los tuyos. Organizar la zona de trabajo es clave, hay que pensar en los movimientos para que a la hora de cocinar lo tengas todo a mano así cocinarás más rápido y cómodamente.
Planificando una cocina
Es tan importante tener en cuenta la distribución, los materiales y tu propio gusto como pensar muy bien en cuánto tiempo le dedicas y qué uso le das cada día. ¿Por lo general cocinas sola, con amigos o para tu familia?
Para cocinar con tus hijos o tus amigos, la cocina tiene que crecer en posibilidades y, si puedes, en tamaño. Proyecta una cocina como un lugar multifuncional, donde varias personas puedan estar juntas y cocinar, trabajar, comer y hasta compartir la vida. Además de buscar que sea funcional, trata que todos se sientan a gusto y se pueda variar de uso según el momento.
Para socializar con amigos
Si quieres convertir la cocina en el corazón del hogar, la tendencia es integrar la cocina a la estancia y el comedor. respeta el triángulo de trabajo. Empieza por acomodar los electrodomésticos para que faciliten tu trabajo; primero el refrigerador, después el zinc y luego la cocina. Sepáralos entre sí de forma que haya aproximadamente 1.20 m de por medio para que sea cómodo. Así tu cocina se verá integrada al área social y todos los invitados podrán girar en torno a ella, sin que nadie se sienta lejos de la plática en ningún momento.
Llevar una organización en la despensa
Llevar una organización en la despensa nos fomentará a ser más atentos a los productos con los cuales contamos en casa, ocasionando que no hagamos doble compra en el supermercado, nos ha pasado en varias ocasiones que llegamos a casa de las compras y nos damos cuenta que algunos productos ya los teníamos produciendo un gasto extra en nuestros insumos. Y en muchas situaciones no es nuestra culpa, pero lo que pasa es que al no tener los productos a la vista o en un lugar en específico se nos olvida su existencia en el hogar.
Algunos pasos a seguir para aprovechar mejor los espacios:
- Separa los alimentos y enlatados por grupos, como purés, verduras, cremas, especias, harinas, azúcares, cereales, granos, salsas, entre otros.
- Siempre coloca por delante lo que caduca antes.
- Coloca en las repisas de abajo lo más voluminoso y lo pesado.
- Que la despensa siempre esté en un sitio fresco sin sol directo.
- Utiliza un orden lógico, en las repisas que estén más a la mano coloca los alimentos básicos y que más utilices como pasta, arroz, azúcar, etc., y en las más alejadas, los de consumo más esporádico.
Coméntanos de qué manera organizas tu alacena y refrigerador para conocer varias maneras de llevar un hogar funcional.
Organízate para que no te falte la despensa al día
Hoy en día es muy importante ahorrar tiempo en cuanto a las compras del hogar, por eso organízate para que no te falte la despensa al día.
- Revisa lo que tienes, de esta forma hacer un inventario de los ingredientes y productos con los que cuentas en tu refrigerador y alacena te ayudará a llevar un control de tus compras. Así evitarás tener productos de más o productos de menos.
- Organiza los alimentos por grupos y colócalos siempre en el mismo lugar, de esta forma nunca olvidarás que es lo que te falta por que podrás llevar un registro.
- No tengas más de tres paquetes de cada producto, ya que pueden caducar antes de que los utilices. En este apartado nos referimos a productos frescos ya que podemos encontrar productos que si valen la pena tener más de 3 en casa, como los empaques tetrapak de leche, algunos enlatadas y pastas.
- Hay tubérculos como las papas y cebollas que no necesitan refrigerador; puedes perfectamente colocarlos en la despensa o frutas como el plátano colocarlos en fruteros.
- Puedes usar contenedores metálicos para los productos secos y granos. También existen algunos contenedores de plástico los cuales puedes marcar con el nombre del producto que contengan dentro, su fecha de compra, etc.
- Las galletas y productos abiertos puedes guardarlos en recipientes de cristal que te permiten ver el contenido. Además, así evitarás que se reblandezcan.
- En algunas plataformas como amazon podemos encontrar unas bolsas de silicon las cuales se pueden reutilizar para guardar productos de cualquier tipo, soportan ingredientes líquidos sin ocasionar desbordes. También los puedes marcar con plumón y borrarlo al momento de lavarlo.
Llevar un control en tu despensa, alacena y refrigerador nos servirá para no gastar de más en el supermercado, además de poder ser más organizada en casa y eficiente a la hora de cocinar.
Un poco de todo…
Lo que no puede faltar son los alimentos básicos como arroz, pasta, legumbres, harina. Son los más baratos y tienen un período de consumo muy amplio siempre que no se abra el paquete (de hasta dos años en el caso del arroz), y te permiten preparar muchas recetas.
Las conservas, tanto dulces como saladas, puedes tenerlas en la despensa hasta un año desde la fecha de compra. Si encuentras alguna lata hinchada, tírala, ya que puede ser un indicador de que la conserva está en mal estado y de seguro podrás contraer alguna intoxicación.
Las bebidas como la leche, jugos y sodas ubícalas en la parte inferior por cuestión de peso. Ten en cuenta que los tetra pack caducan a los cuatro meses, las latas pueden durar un año y el agua hasta dos. No acumules en exceso.
Una cocina compartida con niños
En un hogar donde los niños participan de manera activa, que les gusta cocinar y eres de las mamás que lo permiten, es importante dedicar un espacio para ellos cuando diseñes la cocina. Las superficies que sean prácticas, que soporten el desgaste y el uso diario del juego de los más pequeños, sin necesidad de mantenimientos intensivos. Elige muebles seguros e higiénicos, como recubrimientos en barras y mesas de cerámicas, y lo suficientemente resistentes para mantenerse en perfectas condiciones durante muchos años.
Si puedes, que el revestimiento tenga divertidas figuras de animales, frutas, verduras y personajes que inviten a los más pequeños hacer del tiempo de “estar en la cocina” algo más entretenido. Los colores alegres son clave para crear una cocina que irradie felicidad.
