¡Luz, color y emoción: La mejor combinación!
La luz, el color y emoción son una gran combinación: el uno no tiene sentido sin el otro. La luz, al ser reflejada por las superficies en que se proyecta, nos revela los colores con que estas se visten. El color, sin luz, es sólo una posibilidad no explotada; el potencial tono que espera a ser descubierto por un rayo de luz y, naturalmente, por nuestra mirada.
¿Qué pasa con el color y los estados de ánimo?
A este equipo de luz y color habrá que sumar el de la percepción humana… Los mecanismos biológicos que nos permiten procesar el mundo en colores, pero también aquellos aspectos más intangibles, como lo son los estados psicológicos y las emociones que despierta en nosotros la mancuerna luz + color.
Platicamos con la arquitecta Martha Luján de Ilumicenter. Ella es experta en diseño de iluminación y nos comparte la mejor información para guiarte con lo más básico de este tema.
Los que afectan tu actividad física
Ya es sabido que la luz cálida relaja y la luz blanca activa. También habremos escuchado que los tonos vivos en los espacios – paredes, muebles y accesorios – activan, mientras que los tonos neutros y pastel tranquilizan.
Sin embargo, las combinaciones que hagamos entre tonos e iluminación y la psicología –natural o situacional– de las personas, nos ofrecen muchas posibilidades.
Luz y color para relajar
¿Quién no ha experimentado la relajación que brinda un ambiente con una luz tenue y cálida? O la de un restaurante o café con tonalidades contrastadas, con luz de velas en las mesas. Aunque la sensación que evoca es sin duda agradable, habrá situaciones en esta atmósfera no sea favorable para nosotros.
Colores para sobrellevar los momentos difíciles…
¿Buscas acondicionar un espacio para alguien que atraviesa por un duelo o un momento difícil en su vida? Te recomendamos utilizar colores vivos y que ayuden a levantar el ánimo–como rosas o verde claro–, los cuales bañaremos de luz blanca. De igual forma, para personas que atraviesan una situación traumática que llega de forma inesperada, como la muerte de un ser querido.
Si queremos tranquilizar a una persona hiperactiva…
Si tenemos un miembro de la familia hiperactivo, buscaremos “desacelerar” su estado de natural excitación, utilizando colores fríos acompañándolos de una luz cálida. En el caso de que uno de nuestros pequeños manifestara hiperactividad, es importante buscar que los tonos y la luz del espacio sean de su completo agrado para lograr un vínculo de pertenencia con éste. Para lo anterior, se recomienda la guía de un experto en diseño de iluminación.
POR Claudia Cecilia Quijada – FUENTE Martha Luján / Ilumicenter