Revista TuCasaNueva

Consume local con la gastronomía de estación

Lo clásico era alimentarse de los productos de la propia región donde se vivía; se consumía lo fresco, lo de temporada y libre de conservadores. Sin darnos cuenta, esto cambió a partir de que aparecieron los supermercados, los cuales venden productos que han recorrido casi el mundo entero para venderse en los anaqueles del gigantesco lugar.

Hace unas décadas el consumo local era cotidiano.

En nuestro país como en otras partes del mundo, la tendencia a favor del consumo local se ha globalizado; empiezan a surgir movimientos en pro del consumo local y no sólo por razones económicas sino también de salud, culturales, ecológicas y de convivencia en pro del consumo local.

 

Cocina local y de estación

 

 

Consume local con los ojos del mundo

 

Cocina local y de estación

 

Educar en materia de estacionalidad es difícil, la mayoría de los consumidores o comensales come todo, todo el año… es un problema cultural. La opción es consumir la variedad de alimentos de estación que, por lógica son más frescos, tienen mejor sabor y en teoría deberían ser más económicos por haber mayor oferta en el mercado. Lo que buscamos durante esta edición es crear esta conciencia con los nuestros, disfrutarla y saber apreciarla.

 

Tradición culinaria y productos de estación

 

Cocinar de acuerdo a la estación, es una tradición culinaria en la que cada receta tiene su momento justo en el año. Es único y especial que respetemos esto porque nos conecta con los ciclos de la naturaleza y con el lugar y el momento en donde vivimos. La ventaja de las frutas y verduras de estación es su fácil accesibilidad, y nuestro país tiene la ventaja de tener mucha variedad y oferta.

“Primero identifica en la verdulería los productos de estación, si lo desconoces, pregunta al encargado. una vez que sepas cuáles son, piensa en platos ricos y variados para que no se vuelva monótono su consumo. Busca recetas y explora preparaciones nuevas para un buen menú de toda la semana”.

 

Los promotores del consumo local dictan

 

Platos ricos y variados

 

  1. Promueve una economía más equitativa, además que dinamiza la economía local y genera empleos.
  2. La relación es más personalizada y fortalece los lazos de la comunidad; precios más justos y accesibles.
  3. Productos más frescos y de mejor calidad; en ocasiones, orgánicos.
  4. Incita a la venta de productos agrícolas y silvestres, se vincula al consumidor con el campo y se estimula la protección del paisaje y la preservación de la biodiversidad.
  5. También sostienen que al consumirse productos de temporada se crea más conciencia del cambio de las estaciones, además que califican dichos productos de temporada como los más sanos, bajo el supuesto de que la naturaleza es el mejor “botiquín”, y ésta produce en cada lugar y estación lo más conveniente para nuestra salud.
  6. Se reduce la intermediación y se benefician mejor los productores de la región.

En resumen, desde el punto de vista de este movimiento, los productos locales son más eco eficientes y, en el caso de los alimentos, saben mejor pues son cosechados en su punto óptimo de maduración.

 

 

La otra cara de la moneda

 

 

Existen críticas a nivel internacional hacia los movimientos locales. Quise compartírselas para enriquecer el tema y conocer el otro lado de la moneda.
“Ahora resulta que en los grandes supermercados no trabajan personas, que no pertenecen a su barrio, que no generan a su vez gasto que repercute en beneficio de otros…”

 

“¿Por qué tengo que comprar a un productor local si en el supermercado encuentro el mismo producto a la mitad de precio?”

 

Lo mejor del mercado es que haya competencia y libertad, y ningún tipo de intervención, simplemente unas reglas de regulación justas que se traduzcan en lo más conveniente para el cliente.

También sostienen que la naturaleza de local de un producto no siempre es sinónimo de calidad, y se preguntan: si el producto local es de calidad inferior al externo, ¿por qué el consumidor debe comprarlo?

Lo que se debe regular para cualquier negocio, sea local o foráneo, es cumplir con el reglamento de imagen urbana y el uso de suelo correspondiente. Las autoridades deben hacer que se cumpla, y los ciudadanos vigilar que así se haga. Pero de nuestra parte siempre queda comprar y producir localmente para responsabilizarnos. La regional es flexible y difiere según la persona.

 

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